No es nada nuevo decir que las empresas que apuestan por el diseño son aquellas que sobresalen en el mercado, que superan a la competencia y que entienden que es la base de su principal valor diferenciador.
El diseño juega un papel importante no solo en las empresas sino en cada nivel de la sociedad: en la educación, en las industrias, en los servicios de salud, en el gobierno, en todo.
Para los empresarios que están contemplando un cambio o un rediseño de su marca, por ejemplo, el proceso debiera empezar con una pregunta: ¿Cómo podemos organizar nuestra empresa de manera diferente e innovadora para crear una entidad más coherente y de mayor valor? Un rediseño no se trata de ajustar un color o mover un detalle; se trata más bien de la oportunidad de retar la filosofía de la empresa, cuestionar su posicionamiento, su misión, visión y valores, y entender que no es la misma que 15 años atrás.
El diseño es un importante catalizador del cambio en la organización, es también un recurso clave para reestructurar la estrategia de negocio
Quienes están considerando la posibilidad de aplicar el diseño a sus empresas por primera vez tienen que abrirse a oportunidades nuevas, salirse de su zona de confort, ir más allá de su imaginación y permitir que florezca el buen diseño y la innovación en todos los niveles de su negocio. Los resultados serán sorprendentes.
Para que se pueda generar valor e innovación de manera constante en las organizaciones se necesita desarrollar y consolidar la cultura del diseño al interior de la misma, contribuyendo a resolver varios problemas en el ámbito empresarial y su contexto
El diseño es más que la simple creación de artefactos; es también la estructuración de sistemas de encuentro en el mundo material visual
Julier, 2004
Joselevich, (2005) habla del diseño sustantivo como aquel que discurre sobre innovaciones objetivas, y no meras operaciones cosméticas aplicadas a diseños existentes. Como ideales de la cultura del diseño aparecen: la transformación de la realidad hacia mejores condiciones de vida del ser humano, la responsabilidad social y la sostenibilidad ambiental. No obstante, la ideología contrasta con la realidad y se vuelve utopía. (Selle, 1975)
El diseño puede ayudar a dar coherencia al caos en el mundo hiperconectado
La tecnología y la globalización están provocando más y más disrupción que nunca. Para mantenerse a la vanguardia, las empresas están recurriendo al diseño para conectarse mejor con los clientes y encontrar su ventaja competitiva. El ascenso de China y otras economías emergentes, combinado con desarrollos tecnológicos novedosos como el big data, el internet de las cosas, economías de escala, inteligencia artificial y la automatización se combinan hoy día para aplastar cualquier estrategia tradicional.
Los líderes corporativos adoptan la idea de que la visión de canalizar el diseño para deleitar y conectarse verdaderamente con los clientes y usuarios puede ser un elemento diferenciador crucial.
El diseño es un elemento que puede ayudar a crear valor financiero para la marca
El buen manejo de una imagen comercial puede mejorar varios aspectos de su negocio, entre los cuales destacan:
Incrementar las ventas de sus productos o servicios.
2. Distinguir a su negocio de la competencia
3. Facilitar el reconocimiento de la empresa en el mercado
4. Estandarizar su imagen, lo cual conlleva a optimizar recursos
Conclusión.
El empresario hoy en día tiene un aliado vital en el desarrollo de Su negocio: El diseño. En un mundo donde se sobreestimulan los sentidos entre tantos detonantes externos, creemos importante dotar a cada espacio de un carácter e imagen coherente, que no solamente Cree una sensación, sino que tenga un aporte significativo para las personas.
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